Si te levantas por las mañanas con dolor en el cuello, cabeza o maxilar, aprietas o rechinas los dientes de manera involuntaria y estás pasando por una época de estrés, puede que padezcas bruxismo y no lo sepas. El 30% de las cefaleas tienen su origen en la unión de estrés y un desequilibrio en el ajuste de los dientes o maloclusión. Estudios como el de Ciancaglini y Radaelli (2001) hacen referencia a esta relación entre los trastornos temporomandibulares, migraña y cefalea tensional.
El bruxismo (del griego βρύκειν (/brükein/): ‘rechinar [los dientes]’) es el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentarias sin propósitos funcionales. Afecta entre a un 10 % y un 20 % de la población mundial y los casos se disparan hasta un 30% debido al estrés. El problema de rechinar o apretar los dientes crece, sobre todo, entre jóvenes preadolescentes. La afección aqueja incluso al 10% de los niños de entre 4 y 6 años, según datos del Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2016. Hoy en día, las patologías diagnosticadas por estrés o ansiedad son cada vez más frecuentes debido, en parte, al ritmo de trabajo y estilo de vida. Actualmente, más del 70% de la población española adulta padece bruxismo, sin embargo, en muchos casos el perjudicado lo desconoce.
La articulación temporomandibular o ATM es un engranaje fundamental para la movilidad de la mandíbula ya que nos permite poder masticar los alimentos y hablar. Es una de las estructuras anatómicas más complejas de nuestro cuerpo, una de las más usadas, que debe trabajar de forma equilibrada y simétrica para lograr una correcta función. Sus alteraciones dan lugar a disfunciones entre las que encontramos la limitación y desviación de la apertura de la boca, la limitación de la lateralidad y los ruidos intra-articulares, que afectan al conjunto funcional del habla, la masticación y la deglución.
Estos problemas de mandíbula pueden provocar molestias, dolencias de cabeza, cuello, oídos, maxilares, esternón, ojos, dientes, así como zumbidos, acúfenos, vértigos, pérdida de equilibrio, problemas visuales, alteraciones de la posición y sensación de quemazón.
Cuando una persona tiene una mala mordida suele hacer dos cosas: cambiar la posición de la mandíbula y morder con la mandíbula descentrada provocando tensión o cambiar la inclinación de la cabeza provocando dolor cervical.
La mala postura puede también ser un factor importante en los síntomas de ATM. Por ejemplo, mantener la cabeza hacia adelante todo el día mientras se está mirando el ordenador tensiona los músculos de la cara y el cuello.
Aunque el tratamiento ha de ser multidisciplinar, desde la Fisioterapia se puede estudiar desde la posición hasta la integridad de todo el sistema masticatorio, valorar el problema y ofrecer tratamiento a estas limitaciones y dolores. Debido a que el origen de esta condición está directamente vinculado al estrés, también es importante realizar cambios en nuestra rutina que nos permitan disminuir la tensión y reducir los niveles de estrés.
La Fisioterapia consigue disminuir el dolor cráneofacial y cervical así como la intensidad y frecuencia de las cefaleas. También, reduce la fatiga masticatoria y mejora el funcionamiento mandibular.
El bruxismo puede ser tratado mediante la Fisioterapia y la Osteopatía tratando las dolencias musculares y posturales con el objetivo de:
- Disminuir la tensión y el espasmo muscular de la zona implicada.
- Restaurar la función y la movilidad en ATM y columna cervical.
- Trabajar a nivel del cráneo y su relación con la mandíbula.
- Tratar posibles alteraciones en cervicales, musculatura, aponeurosis y fascias del cuello…
- Devolver el movimiento fisiológico a la mandíbula, para proteger a la articulación temporomandibular y evitar un desgaste prematuro.
- Corrección postural en casos de bruxismo diurno.
La técnica de inhibición de la musculatura suboccipital en la que se inspira INYBI, consigue aliviar la tensión de la mandíbula y los dolores relacionados con el bruxismo actuando sobre el núcleo espinal del trigémino, que inerva los músculos masticadores, a través de la conexión miodural entre los rectos posteriores y la duramadre.
En el siguiente vídeo, Didac Guirao, profesor de la EOM, miembro de IACES, integrante de Centre Marina en Barcelona y especialista en el tratamiento de Disfunciones Temporomandibulares (ATM) nos explica cómo usar INYBI con pacientes que sufren disfunción temporomandibular con patología cervical asociada a trastornos posturales, principalmente, en cuanto a cabezas anteriorizadas se refiere. Estas cabezas anteriorizadas comportan una hiperextensión de C0 sobre C1 con un acortamiento del espacio de la musculatura suboccipital. Por lo general, estos pacientes que vienen derivados por el odontólogo, en ocasiones, presentan restricciones en la apertura bucal. El INYBI, por un lado, nos va a ayudar a inhibir la musculatura suboccipital y, por otro, nos va a permitir mantener una hiperextensión cervical a nivel C0-C1 que va a facilitar la apertura de la boca. FEEL RELIEF & GET an INYBI!!
